Según la Asociación Europea de Abogados de familia hay ciertos aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de buscar un abogado ante un conflicto familiar. Lo primero de todo es buscar uno especializado en el tema para que disponga de las cualidades profesionales, dotes personales y conocimientos técnicos jurídicos que no están al alcance de cualquier profesional del derecho.

En segundo lugar, se recomienda acudir a un único abogado y no a un equipo de abogados, pues se requiere que la atención sea directa con sus clientes y conozca de primera mano los problemas concretos de la familia en cuestión para llegar a la mejor solución posible. Cuanto mayor recorrido y experiencia en el sector, mejor, pues eso garantizará nuevos planteamientos y enfoques a los mismo problemas.

No hay que olvidar que en conflictos familiares también existe la figura del menor, y no solo la pareja en cuestión. Por tanto, el abogado tiene que ser bueno en menores cuando en los conflictos familiares existan hijos. Éste es otro cliente y, además, preferente. El abogado no solo ha de interesarse por el pago de honorarios. También es importante que el profesional de la materia sea consciente que cada familia es una comunidad de intereses, valores y expectativas diferente a cualquier otra familia.

Asegúrese de todos estos aspectos a la hora de buscar, bien sea por Internet o bien recomendado.