
Como ya vimos en la anterior entrada del blog, con la emancipación el menor puede regir tanto su persona al igual que sus bienes como una persona mayor de edad, aunque para ello necesitará el consentimiento de sus padres o de un tutor para estos casos:
- Cuando tenga que pedir préstamos, gravar o vender bienes muebles, establecimientos mercantiles o industriales.
- En caso de disponer de bienes de extraordinario valor, como por ejemplo joyas.
- Para poder ser defensor de los bienes de un desaparecido o representante del declarado ausente.
- Si tiene que otorgar testamento ológrafo.
- En el caso de tener que aceptar por sí mismo una herencia sin beneficio de inventario, ya que no puede disponer libremente de sus bienes.
- Cuando pida la partición de una herencia, o para su reparto con los demás coherederos.
- No podrá ser tutor o curador, debido a que su capacidad de obrar no es completa.