Son muchos los menores de edad que hoy comienzan con los nuevos cursos escolares. Nuevas etapas para los más pequeños de las casas que tendrá que acostumbrarse y superar los nuevos retos que le tocarán afrontar durante este nuevo año escolar. Al igual que los niños tienen que adaptarse, son muchos los padres separados o divorciados que también tienen que adaptarse a los horarios del menor de edad y a sus vacaciones. De esta forma, los padres podrán organizar tanto las visitas como las vacaciones y así darle al menor de edad la mayor estabilidad familiar posible.

Los criterios más utilizado para el reparto de los días festivos de los menores de edad es el siguiente:

• Decisión previo: Existen progenitores que se organizan antes de comenzar el curso escolar el reparto de los días festivos y las vacaciones escolares. De esta forma y si existe alguna fecha especial que alguno de los padres quiere aprovechar con sus hijos, se podrá organizar sin problemas, como por ejemplo, las fiestas de los pueblos.
• Festivos alternos: Otros padres prefieren ir alternando los festivos, es decir, que el menor de edad podrá pasar una fiesta con uno de los padres y la siguiente con el otro progenitor. Este método es muy flexible y es capaz de ir adaptándose a las circunstancias tanto de los padres como de los hijos.
• Días festivos como laborales: Por último también existen progenitores que optan por la comodidad y si el día de fiesta cae entre semana y de normal no le correspondería el tiempo con su hijo/a, no aplican su derecho y tratan el día festivo como día normal.

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